Porque mañana es el cumpleaños de Héctor y ya son 15.
Porque ayer Manolo hizo una reflexión sobre la ausencia de
su madre.
Porque a veces siento un vacío tremendo que sólo puede
llenar la escritura.
Porque ayer por la noche estuve releyendo algunos textos de
El principito.
Porque he recolocado el collar de grandes bolas verdes que
me regaló Angelita.
Quizá, simplemente, porque he visto que la capa de polvo que
había sobre mis cajas y cuadros en mi dormitorio, ya era insostenible, y al
hacerlo, he dejado tu foto con mis peques, que estaba tras libros y estuches, al
descubierto.
Sin quererlo, porque no me gusta hacerlo, hoy he limpiado el
polvo y he dejado unos segundos que estos pensamientos volaran sobre mí.
Porque te echo de menos cada día, y estás presente en cada
minuto de mi caminar.
Querida mía, sí, hoy, como tu me enseñaste, he limpiado un
poquito el polvo.
Y voy a intentar con paciencia, dedicarle a esta sana tarea,
un poco más de atención.