Ayer,
cuenta Noa, estuvieron a punto de llevar a Marina a San Pegaturio.
San Pegaturio
debe de ser un lugar imaginario del cole donde llevan las profes a los niñ@s
que pegan. Marina rompió el cristal de un coche de juguete que había traído
Jorge, y después se pegaron. La profe Virginia se lo contó a la profe Natalia, que a su vez se lo
contó a Águeda, la profe de gimnasia. Como se había portado mal, decidieron llevarla
a San Pegaturio, por lo que le dijeron que recogiera sus cosas y cogiese el
abrigo y su mochila para irse.
Cuando
vieron este circo, uno a uno todos los niños de la clase comenzaron a llorar.
Noa cuenta
que fue la cuarta que se puso a llorar, porque pensaba que ya no iba a ver a su
amiga, “Marina pega, pero la quiero
mucho…” decía mi caramelo.