lunes, 23 de julio de 2012

Locura por las uñas

Herencia de mi madre, transmitida también a mi hermana. Parece mentira que un mico de su tamaño se vuelva loca con las uñas. Ayer la pillé comiéndose la del dedo gordo de pie. Increíble.



En esta instantánea del cumple de Jaime, un hijo de Soledad, pintada como la princesa de los piratas y sin olvidar el “toqueteo” de las uñas, junto a María Esther.