Tiene 5 años y medio y ayer me asaltó con varias preguntas
que me parecieron sorprendentes y entre las que destacaban dos:
1-¿Quién fue la primera persona?, es decir, ¿la primera
persona de quién nació?.
2-¿Quién creo las cosas?, no las casas o las carreteras,
sino los árboles, el cielo.
Patilifusa. Así me dejó. Le dije que tenía que explicárselo
despacito y sólo le adelanté que primero surgieron los peces, luego los
anfibios, después las aves y los mamíferos, etc.
¿Cuáles son los animales que más se parecen a nosotros? Los
monos, respondió muy segura.
“Pues nosotros venimos de los monos”, le dije, y ella me
respondió, “Ya, eso ya me lo contaste en el Museo de Ciencias de Canarias, pero lo que yo pregunto
es otra cosa, y además, yo antes no era un mono…” “¿Y los dinosaurios?”,
continuó.
La emplacé para continuar la conversación en casa, más
despacito, en vez de ir charlando a salto de mata por la calle. No le convenció
mucho pero al final cedió.
“Pronto empieza...”, pensé.