jueves, 4 de septiembre de 2008

Jugar a los ahogados

Torre del Mar (Málaga, Agosto de 2008). Estamos en la playa y no te gustan las alitas que se colocan en los brazos para flotar en el agua. Quieres nadar sólo y jugar a los ahogados. Menudo bicho. No me gusta ese juego. Consiste en que te sumerges en el agua y te hundes al no hacer pie. Estiras el cuerpo intentando sacar la cabeza y asomar la nariz para poder respirar. Te ríes. Y a mi no me hace ninguna gracia. Te sujeto y te esfuerzas en soltarte. Temo que me des un patadón…en estas sospechosas circunstancias en que se encuentra mi barriga. “A jugar a los ahogados” repites insistentemente. Tu perseverancia parece que será una de las cualidades de tu carácter.
Reprimo el impulso de transformarme en una piraña y comerme tu nariz a bocaditos.

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