lunes, 27 de abril de 2009

のあ, mi mariposa peludita



Sí. Llegó Noa. El 24 de marzo. Aunque llevaba un tiempo pataleando, quizá porque quería abrir sus pequeños ojitos y comenzar a ver y ver cosas.
Por ahora voy a hacerle un huequito en este espacio de Gustav. En su pequeño rincón. Y comienzo este nuevo, feliz y esperanzador periplo con un comentario obligado: dicen que todos los bebés se parecen. En este caso esta afirmación parece no ser demasiado descabellada si comparamos a mi mariposa peludita con esta segunda de mi "Renacuajo" publicada en octubre de 2007.
¡Mucha atención a la naricilla y a las picuditas orejas!

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